Algunos
súper poderes
Nacen por
un accidente
Transformando
a ciertos seres
Y de forma
permanente
Sin
embargo, Tania Díaz
Tenía un
poder innato
¡Convencía
hasta al más gordo
De
convertirse en flaco!
Una vez en
pleno centro,
Iba ella y
su mamá
Y un ladrón
salió al encuentro:
“¡Pasa
todo, o puñalá’!”
La mamá
tenía susto
Pero Tania
usó su don
En el
momento justo
De un salto
al vil ladrón
Lo agarró
en plena oreja
La acercó
hasta su boca
Y le dijo
algo secreto
Que lo dejó
como roca
“Mil
disculpas, me retiro”
Dijo el
ladrón, convencido
Por Tania y
por su poder
Que al fin
tenían destino
“Papás, me
voy de la casa”,
Dijo a sus ocho
años
Debo ayudar
al mundo
Con este
don tan re extraño
“Tal vez
parezca profundo
Para
alguien de mi edad
Pero
encuentro muy injusto…”
-Escuchaban
los papás-
Que la
gente se haga daño
Y que reine
la maldad…
¡Convenceré
hasta al más malo
de que
actúe con bondad!”
Y así,
convenciendo gente,
Y vestida
de amarillo
Iba
hablando con ladrones,
Asesinos y
otros pillos,
Dándoles
vuelta la mente
En ciento
ochenta grados
Hacía hombres
decentes,
Sonrientes
y educados
“Cómo nueva
superhéroe
De amarillo
estoy vestida,
¡Me niego a
usar antifaz,
De eso sí
estoy convencida!”